miércoles, 23 de junio de 2010

El Luto por Carlos M.

Las letras mexicanas se llenan de luto por el fallecimiento de Carlos Monsiváis, literato, historiador, periodista, en una sola palabra, intelectual.
Que reflejó en sus escritos la importancia de la cultura popular como tema de estudio e investigación, que con sus textos como El Estado Laico y sus Malquerientes demostró ser un agudo crítico del sistema político que en los años que le tocaron vivir dominó México, años en los que también nosotros vivimos. Esos años no pasaron han vano, su producción académica le valió el reconocimiento de instituciones nacionales e internacionales, premios y nombramientos, y lo mejor de todo como Emilio Pacheco diría “Carlos Monsiváis es el único escritor que podría ser reconocido en la calle”, un hombre del pueblo.
Compartimos tiempos de vida e incluso lecturas, pero a diferencia de Carlos Monsiváis no hemos sido tan críticos como debiéramos serlo, no hemos emprendido proyectos de impacto y difusión cultural –podremos tener un proyecto, pero habrá que hacerlo trascender-, y lo más importante de todo es que fue crítico a más no poder, así como dio lecciones a la derecha lo hizo con la izquierda.
Multifacético, tanto escribía sus libros como se daba tiempo de escribir para otros, como hablaba de las herencias ocultas del liberalismo mexicano habló del cine, polifacético, multifuncional y famoso Carlos M., su pérdida puede diferenciarse de la de los demás intelectuales en concordancia con su espíritu libre, él en su libertad se trasformó en conciencia de una nación que la necesitó –y aun necesita-, dio a leer al pueblo lo que el pueblo necesitaba –y necesitará-, como dijera una famosa analista y como repitiera José Serrano “a muerto la conciencia crítica de México”, mas cierto no podría ser.
Hace unos meses partió Carlos Montemayor, otro gran intelectual que supo trascender las barreras de lo normalmente establecido para un hombre de letras, que encontró en los pueblos indígenas –a reserva de lo que este concepto dé para discutir- a sus hermanos, con los que hablo, de los que hablo, a los que defendió y que fueron la causa del gran legado intelectual de Carlos Montemayor. Ahora leo El Alba y Otros Cuentos y solo pienso que cada determinado tiempo surgen genios que hacen del escribir una tarea aparentemente fácil, y que cuando intentamos emularlos nos percatamos de lo lejos que estamos de su ser intelectual, pero del ser humano que fueron somos cercanos porque ellos lograron esa unión con la sociedad. Cada determinado tiempo esos grandes genios parten y nos hacen notar lo efímero que es el existir humano, pero que son al mismo tiempo muestra de las grandes posibilidades de creación humana.

Los dos Carlos M. han partido, para los dos un homenaje en lectura y reflexión.
Carlos Montemayor
Carlos Monsiváis

Ambos no comulgaron con el poder, no se hicieron amigos de él y sí amigos del pueblo.



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