viernes, 18 de enero de 2013

Sobre la libertad y el escribir


Una de las máximas del cristianismo argumenta que la verdad nos hará libres. El ser libres es uno de los anhelos más profundos de todo ser humano, la existencia de ese deseo responde al temor de la esclavitud, a la reducción de las capacidades del hombre a la mínima expresión.

Sin libertad implica no pensar, no poder hacer uso de nuestras capacidades intelectuales y en un punto máximo carecer de la posibilidad de actuar. La escritura ha sido considerada por muchos como una muestra de libertad, la pluma que no se doblega, el escrito que no tiene más régulos que la razón, donde la palabra no es atada a la roca de la imposición.

La libertad no es el simple hecho de ejercer, en el mundo de los que escriben las cosas no son así. Implica una serie de premisas que van más lejos de lo fáctico, en el terreno de las ideas tienen sus reales; es un compromiso de todo escritor, entendamos esto como la capacidad que tienen el hombre de usar las palabras para crear, para hacer de la pluma el generador y el papel el trasmisor de un discurso que lleve la voz de todos aquellos que no poseen la libertad de decir, de hacer.




Es tal la libertad de la pluma que los regímenes autoritarios, las dictaduras buscaron desaparecer. Los libros representan para estos sistemas de gobierno un lastre en tanto no se encuentren en la hoguera. El escritor pudo hacer de la libertad un derecho universal en la medida que sus textos fueron voz de aquellos que no pudieron levantarla. Pensemos en un caso extremo, que aunque exagera en algunos puntos es un ejemplo claro, México bárbaro de John Kenneth Turner denunció la esclavitud en el campo mexicano durante el Porfiriato, sus escritos fueron detonante de la búsqueda de la libertad. En la actualidad existen escritores que con deseos de llevar la liberad son privados de ella.

La universalidad del derecho a la libertad llegó cuando nos dimos cuenta de que no todos éramos libres. Einstein en De mi vida y pensamiento nos coloca los elementos para comprender la razón por la que no todos somos libres. La dificultad de vivir juntos es una característica que las sociedades tienen, pensemos en los estados racistas, en la persecución religiosa, en los atentados en contra de los activistas, ¿no son acaso muestran de intolerancia a la libertad?

El escritor desde su trinchera debe usar sus textos como vehículo trasmisor de los deseos de libertarios, señalar dónde existe esclavitud de pensamiento o de acción para hacer surgir la búsqueda de la libertad. Mientras los que escriben tengan libre conciencia y pensamiento, mientras no se dobleguen ante el poder hegemónico y puedan transmitir parte de su ser en sus escritos el camino se hará más fácil.

Carlyle escribió que el poeta era un héroe, los hombres que llegan a ser conocidos como tales tienen como característica la búsqueda de la libertad. El escritor como héroe tiene la misión de dar la voz al pueblo, al conjunto de hombres y mujeres que viven cerca de él, que padecen y buscan mejoría en sus condiciones de vida.

Los intelectuales mexicanos de principios del siglo XX, influidos muchos por la Revolución, plasmaron en sus novelas, cuentos y ensayos la voz de los desprotegidos. No por nada a la Revolución se le pone el apellido de social.

No conoceríamos la libertad si no supiéramos de la esclavitud. La labor de escribir cuando tiene compromiso libera a quien la ejerce y beneficia a quien lee.

viernes, 11 de enero de 2013

Publicaciones emeritenses

 
Joed Amílcar Peña Alcocer, en PorEsto!, 10 de enero de 2013.
 
A mi tío José Manuel, galante meridano amante de la cultura
 

El pasar de los años moldea la nívea roca, Mérida ha visto pasar 471 años en los que un perfil de cultura, imaginación y creatividad ha sido delineado por mujeres y hombres de valía incomparable, por todos aquellos que en el día a día le han dado su reputación.

La ciudad se ha distinguido por muchas razones, enumerar cada una de ellas nos llevaría mucho tiempo y la lista muy difícilmente acabaría. La ciudad ha sido punto focal del desarrollo cultural del área peninsular, la llegada de la imprenta en al año de 1813 marcó el inicio de una tradición y gusto por la publicación de revistas y libros que al día de hoy perdura.

A lo largo de los 200 años de la imprenta en Yucatán, que precisamente se conmemoran este año, han sido varias las publicaciones que han llevado por título el nombre de la ciudad o son una clara referencia a ella. No fue únicamente en los poemas donde la evocación a la ciudad se hizo presente, en los talleres de impresores y sus posteriores herederos se presentó siempre el anhelo por dedicar a Mérida el título de algún impreso.

La Gaceta de Mérida la de Yucatán fue una de las primeras publicaciones periódicas que tuvieron por título una referencia a la ciudad, su finalidad principal era dar a conocer las más importantes disposiciones del gobierno yucateco. El responsable de la publicación fue “el ciudadano Marcos Salazar” en la plazuela de San Juan, en sus páginas se informaba de las sesiones del Congreso Constituyente así como notas de los más diversos temas como, por ejemplo, la elección del Papa, anécdotas e información que se creyera de utilidad para la población. La función de La Gaceta era eminentemente política y administrativa.
 
 
 

Sería hasta mediar el siglo XIX cuando surgiría el primer periódico literario yucateco, publicado por Justo Sierra O´Reilly el Museo Yucateco abrió camino para un sinfín de publicaciones similares. En el año de 1869 salió de la imprenta Álbum Meridano: Semanario de ciencias, literatura y artes, en su introducción decía que “la literatura es el barómetro de los pueblos” y seguramente sus redactores pensaron en situar a Mérida en una buena escala del mismo, las colaboraciones de Alfredo Torreola, Ildefonso de Estrada y Zenea, Diego Bencomo y Gertrudis Tenorio Zabala, entre otros, hicieron de la revista un material imperdible en su tiempo. Pasaron los años y en 1886 salió a la luz El Álbum Meridano: periódico de ensayos literarios, publicado por “varios jóvenes aficionados” solazó el tiempo de sus lectores con anécdotas de viajes, poemas y notas varias. Las revistas literarias nunca fueron reacias a dedicar unas páginas a su blanca ciudad, otras no lo dudaron y meridanas se declararon.

La tradición de emprendedores escritores y editores yucatecos no decreció con la llegada del siglo XX, aumentó mucho más y se forjó una sólida reputación. Mérida sería considerada por muchos como una de las ciudades más adelantadas, con uno de los mejores gustos musicales, literarios, en general con una vida cultural boyante. Mérida Galante: revista dominical de literatura y variedades en su título sintetiza mucho cómo los habitantes y visitantes de la ciudad la consideraban, en sus páginas se ofrecían composiciones literarias y se daba aviso de los próximos eventos y espectáculos, en su número del 7 de junio de 1914 un anuncio decía: “Los últimos días de Pompella (sic.), de la casa Ambrosio Torino [...] se estrenará en el Peón Conteras. Esta cinta es superior a la de igual nombre que ya se conoce en Mérida”. La ciudad galante, en sus revistas evidenciaba mucho de su gusto por las artes.
 
 
 

Avanzado el siglo, entre los años de 1937 y 1938, se publica Mérida: revista municipal con una intención de divulgar las obras del gobierno en turno, no descuidó por ello la publicación de notas de variado contenido. El H. Ayuntamiento de Mérida ofreció en la revista fotografías de sus colaboradores y funcionarios públicos que entraban en función, la revista municipal fue una buena estrategia por hacer llegar de manera amena las noticias a los ciudadanos, seguramente en mucho ayudó la constante publicación de fotografías de la ciudad, testimonio del pasado y motivo de reflexión en el presente.

Las revistas o periódicos siempre fueron el medio de publicación predilecto por los grupos políticos, por su parte los intelectuales yucatecos nunca desperdiciaron la oportunidad de hacer circular alguna de estas publicaciones y con ellas sus ideas. En la década de 1940 surgió el Centro Social Pro-Yucatán que tenía como finalidad agrupar a los yucatecos residentes en la Ciudad de México y demás puntos del país para “fortalecer entre ellos los lazos de fraternidad y mutualismo que deben unirlos, elevando su nivel social, físico, moral, cultural y económico; así como pugnar por que permanezcan vinculados con Yucatán, para que, conservando en todo su vigor el interés que deben de sentir por las cosas de su terruño, se preocupen por su mejoramiento y estén en aptitud de reintegrarse al mismo, sin dificultad, cuando las circunstancias así lo requieran”, para tal fin se publicó Emérita: revista mensual en la que no faltaron los artículos sobre la ciudad, los mayas, libros y demás.

La capital de nuestro estado ha visto pasar en más de cuatro siglos importantes eventos, las publicaciones periódicas nos dan testimonio de ello y muchas son también una señal de la profunda identificación que sus habitantes aún tienen con ella. Estas y muchas más publicaciones son resguardadas en las colecciones de la Biblioteca Yucatanense, lugar donde la memoria de los meridanos tienen un espacio para pervivir, pero sobre todo para salir a la luz cada vez que un hijo de esta blanca ciudad así lo desee.

jueves, 10 de enero de 2013

Apuntes sobre Felipe Carrillo Puerto y su actuación revolucionaria



Desde la novela hasta la investigación histórica, este ha sido el camino que la figura de Carrillo Puerto ha transitado. Ha sido tildado de apóstol, mártir e incluso de reaccionario, lo único en lo que se ha coincidido es en la creación de una memoria profunda, particular, especial y mítica. Analicemos pues como es ahora un hombre el que se transforma en la memoria de todos.

Carrillo Puerto nació en la ciudad de Motul en el año de 1874 su padre fue Justiniano Carrillo Campos, quien fuera soldado durante la guerra de castas, pero que renuncio a las condecoraciones otorgadas porque solo eran recordatorio de los indios que mato. Este incidente fue importante en la vida de Carrillo, ya que en la inauguración de la carretera a Chichen-Itzá el dijo lo siguiente:


Este compañeros, era mi padre, y me encareció que mientras existiera un poco de sangre en mis venas nunca hiciera nada malo a mis compañeros mayas y los mismo aconsejó a todos sus hijos y a todos los muchachos del pueblo.[1]
Desde el inicio de su vida se le ha ligado a los mayas, ya sea que lo haga un literato o algún hombre interesado en reconstruir la vida del dirigente yucateco, así como la revolución mexica como movimiento tenía que ser ligada al pasado libertador de los pueblos, también carrillo puerto debió ser unido a los indios a los que liberaría.

Uno de los ejemplos que encontramos dentro de la literatura sobre la construcción de la imagen de Carrillo Puerto como el libertador del pueblo maya se encuentra en la novela La Tierra Ensangrentada de Antonio Magaña Esquivel, esta novela es ya una muestra de la memoria que gira en torno a Carillo Puerto, ya que se le presentan sus nexos con la raza maya a la que l defendía, no por medio de su sangre pero si por medio del sufrimiento y del trabajo.
El escritor crea un cumulo de personajes que en la novela moldearan la figura del revolucionario, como el personaje de su amiga india a la que él llamaba X´batab y que en la novela quien le enseña la lengua maya, agregando el escritor que él “parecía haber heredado el secreto de la tierra[2]”.

Como se ha dicho anteriormente, la memoria es la experiencia y lo que consideramos la realidad, en los primeros capítulos de la novela se muestra la figura de Felipe Carrillo como un luchador, como un defensor del pueblo maya, pero marcan la experiencia como una parte importante del desarrollo de la personalidad. Lo hacen cercano al maya, los mayas lo conocen, pero como se argumenta en la novela, el no conoce bien a los mayas, por ese motivo un trabajador que escapa de una hacienda le relata las desgracias, la desolación y tortura que los mayas viven bajo el yugo de los hacendados. Es en este momento cuando el escritor quiere que entendamos que el héroe vio al oprimido, vio las huellas de la tortura, los ojos que vieron la muerte[3].

La novela es una muestra de la memoria que nos construimos y que deseamos esté en los demás. Carrillo Puerto es entonado como el hombre que tiene los ideales de la revolución, es la imagen del libertador. El pueblo obtiene un héroe que es identificado y aceptado como el que lucha en contra de los ricos y a favor de los pobres como en su momento lo fueron Zapata y Villa en el imaginario popular.[4]

Las ligas de resistencia

Las Ligas de Resistencia permitieron conservar las luchas por ideales socialistas, otras tantas se debilitaron, pero no desaparecieron. Estos grupos organizados  animaron la vida política y cultural de sus respectivos pueblos, algunas de ellas al expedirse la ley de educación racionalista denunciaron el incumplimiento de la misma por los profesores de sus hijos y, en los álgidos momentos de la política local, fueron los bastiones de defensa de los derechos de los ciudadanos yucatecos, motivo que animó la animadversión de quienes no congeniaban con los planes del gobierno socialista de Yucatán.

Ejemplo de lo anterior son Acrelio Carrillo, secretario de la Liga de Resistencia de pequeños y medianos productores de henequén, y  Benigno Mendoza, tesorero de la Liga de Yaxcabá, que relataba a sus hijos y nietos como él y sus compañeros se escabullían en la oscuridad de la noche por los montes del poblado para no ser visto por los liberales y cumplir así lo dispuesto  por la Liga Central.

La inauguración del "Teatro Social"

La obra de Felipe Carrillo Puerto ha sido abordada, primordialmente, desde los estudios de historia política y, en fechas más recientes, desde la historia social. Dentro de estos estudios las Ligas de Resistencia han sido parte fundamental para comprender el desarrollo de la política y los juegos del poder, pero se ha descuidado un tanto la función de las mismas en el plano de la educación y la cultura. Tierra es un claro ejemplo del alcance de las políticas culturales que Carrillo Puerto y sus colaboradores emprendieron.

Un hecho significativo durante la gestión de Felipe Carrillo fue la inauguración del "Teatro social", que sería un nuevo espacio en el proyecto de conferencias y encuentros que n propagaban los ideales socialistas. El discurso de inauguración del teatro señalaba su función, ser un espacio de diversión para los miembros del Partido Socialista del Sureste y ser parte importante de los triunfos del partido:

Para la Liga Central, es un gran acontecimiento éste. Hacía muchísimo tiempo que venía laborando para la construcción de un Teatro, a efecto de que todos los compañeros que perteneces al Partido Socialista del Sureste, vengan a él para divertirse y procurar un rato de amenidad a su vida, después de las labores arduas que tienen que desarrollar durante el día.
Para la Liga Centra de Resistencia, es de grandísima trascendencia esta noche, porque venimos a inaugurar un Teatro hecho por el H. Ayuntamiento de Mérida, por compañeros nuestros, así como un estanque que está a la disposición de todos ustedes para que unos vayan a él a ejercitarse en la natación y otros vengan aquí a aumentar sus conocimientos.
Queda, pues, en el nombre del proletariado, inaugurado el Teatro de la Liga, que será sin duda, la mejor escuela para los triunfos del socialismo.[5]

Fueron los espacios de disfrute y educación una parte importante en el gobierno de Felipe Carrillo Puerto.

La educación revolucionaria y la revista Tierra

El año de 1923, en su día primero de mayo, vio regocijarse al espíritu socialista yucateco, ya que nuevamente salía a circulación la emblemática revista Tierra, órgano de difusión de la liga central de resistencia. El primer número, en la tercera etapa de la publicación, principia su andar diciendo que:

Tierra aparece de nuevo en el estadio del Partido Socialista del Sureste, con los mismos bríos y esperanzas de ayer, con el mismo entusiasmo del pasado, a ser el paladín de la buena causa, el abanderado de la doctrina roja.
Al iniciar esta nueva etapa piensa con los oprimidos que el socialismo no puede morir por que lleva savia eterna de humanidad en las venas, como que es la ingente savia de las mayorías, la voluntad del pueblo de Nachi-Cocom, de nuestro querido pueblo que rotura el campo, corta el verde henequenal, mueve el taller, levanta el muro, bate el martillo del proletariado, y en una palabra, edifica la colmena futura n donde no haya zánganos y todos sean laboriosos y felices.

La orientación es clara en la revista, auspiciada por el Departamento de Cultura de la Liga Central de Resistencia dirigido por el profesor Edmundo Bolio. La intención es publicar en sus páginas todo lo referente y relevante sobre el pensamiento socialista, teniendo así un contenido político, pero no por ello descuidando la cultura y la educación. A lo largo de la revista el tema educativo fue tratado constantemente, mostrando el alcance cultural del proyecto emprendido por Felipe Carrillo Puerto y sus colaboradores.

David Vivas publicó en el número tres de la revista el artículo “Huertas escolares”, donde se alegraba de la instauración de estas en las escuelas primarias yucatecas, en opinión de Vivas las huertas escolares resultan de suma importancia porque:

El ingente deseo de aumentar y mejorar nuestra producción agrícola, palpita desde hace largo tiempo en los corazones yucatecos y huelga decir que además de estos nobilísimos órganos, tenemos otros que con más vehemencia  reclaman, para llenar debidamente sus funciones, el mayor incremento del cultivo de la tierra.
La educación en la huerta, incluida en la propuesta racionalista, encuentra en las páginas de TIerra uno de los medios más eficaces de propaganda y de justificación de su aplicación, que a ojos de los profesores revolucionarios lograría subsanar muchas de las carencias alimentarias y de producción de Yucatán. En pocas palabras, la educación fue considerada como un factor clave en la consecución de los proyectos revolucionarios.

La concepción de enseñanza  revolucionaria se hace evidente con una colaboración especial de Fernando Gamboa Berzunza para la revista, titulada “Pedagogía Revolucionaria”. El texto señala que la mejor forma de evaluar los resultados de la escuela no se encuentra en los exámenes y sí en la vida posterior a las aulas, ya que la aplicación del conocimiento obtenido y la práctica de valores enseñados deberán ser visibles en el entorno social. El autor argumenta que muchos de los males tienen su origen en la:

Escuela que tolera la pasividad material del conjunto; que alienta un verbalismo avasallador y que causa el tan conocido surmenage intelectual, de momento; provoca un desarrollo intelectual exótico para la vida real, cuando no una hipertrofia cerebral en aquellos infelices a quienes pide lo que nunca pueden dar.

La educación práctica, activa y ligada a la vida cotidiana del estudiante es aquella que, en pensamiento del autor, puede sacar adelante a la sociedad del estado en el que se encuentra. La propuesta principal es lograr hacer del estudiante un individuo con iniciativa y acción, logrando tener actividades que armonicen con “el desenvolvimiento integral de la naturaleza humana”. En resumen la buena enseñanza debía tener tres elementos indispensables: el primero que la técnica escolar se voltee de raíz, el segundo que el programa de estudios deje de construir los problemas de aprendizaje desde lo abstracto y como tercer punto el profesor debe dejar de ser un almacenador de conocimiento para pasar a ser un guía y observador.

Esta preocupación, por hacer de la enseñanza un proceso activo, se vio reforzada con la creación de talleres en las escuelas, de huertas escolares y la creación de bibliotecas en las poblaciones, sobre lo último se publico en el número 5 de la revista un reporte sobre las bibliotecas públicas yucatecas, donde decía que “El Gobierno de Yucatán, consciente de su deber de educar y redimir al pueblo, ha establecido y regado por doquiera libros y bibliotecas populares que cada día se acrecientan, tomando incremento sobre todo entre el elemento obrero que, al agremiarse, lo primero en que piensa es en la biblioteca de la sociedad naciente.”

Esta iniciativa tuvo como respaldo el interés político, pero ante todo el cultural y educativo, señalando que los libros “aumentan nuestros conocimientos y estimulan nuestra actividad, comunicándole motivos e intereses nuevos y transmitiendo valores que actúen sobre la voluntad y la conducta”. La lectura pasa de ser, según la cita anterior, un mero acto de hacernos de nuevos conocimientos, ayudando ahora a generar motivos e interés que en lo ideal traen como resultados acciones de progreso.

La educación revolucionaria era considerada como aquella que diera lugar al movimiento, al cambio y lograra desposeer al hombre de las ataduras de la mente, de la inactividad. La integración del país, la salida del estancamiento económico y la inestabilidad social que se vivía en algunos sectores solo podría ser solucionada por la correcta orientación de la sociedad.

Es fácil notar que las propuestas educativas de los artículos de Tierra fueron un punto de apoyo a las políticas de Carrillo Puerto, en cada una de ellas es visible el afán trasformador de la Revolución y sobre todo del constante análisis de las labores del docente y sus medios de enseñanza. Las preocupaciones educativas del magisterio yucateco tuvieron en la páginas de la revista un medio importante de difusión y seguramente ayudaron a despejar no pocas mentes preocupadas por hacer de su enseñanza parte del progreso revolucionario.

Reacciones al asesinato de Felipe Carrillo Puerto

El asesinato de Felipe Carrillo Puerto, sucedido el 3 de enero de 1924, es uno de los eventos que marcaron las primeras décadas del siglo XX en México.[6] Las condiciones bajo las cuales se dio la muerte del gobernador de Yucatán siempre han sido señaladas como evidencia de haber sido un asesinato planeado con alevosía y ventaja. Las reacciones no se dejaron esperar, primeramente los campesinos y miembros de las ligas de resistencia de algunos poblados del estado protagonizaron episodios violentos al enterarse de la situación.
Cuando la noticia salió de las fronteras de nuestro estado se unieron a la condena de los hechos Ayuntamientos de todas partes de la República, miembros del Congreso externaron su inconformidad y no fueron pocos los que protestaron en contra de los sucesos en Yucatán, que no incluían únicamente la muerte de Carrillo y, para la gran mayoría de los indignados con la muerte del líder socialista, representaban un acto en contra de la Revolución. Entre los que protestaron en contra del asesinato se encontraba Plutarco Elías Calles, quien a finales de 1924 iniciaría su mandato como presidente de México.

Las protestas en contra del asesinato de Felipe Carrillo llegaron desde el extranjero, una de ellas la realizó D. H. Dubrowsky, representante de la Cruz Roja Rusa en América, con sede en Nueva York.  Felpe Carrillo Puerto entabló una relación estrecha con Dubrowsky invitándolo en el año de 1922 al evento en el cual asumiría el cargo de gobernador de Yucatán, el representante ruso aceptó gustosamente.

Estas fueron algunas de las reacciones al asesinato del líder socialista yucateco:

TELEGRAMA DEL GENERAL CALLES A LA CONFEDERACIÓN REGIONAL OBRERA MEXICANA
"San Luis Potosí, enero 5.- Comité Central de la C.R.O.M.- México.
"Acabo de recibir un mensaje que de Nueva York me dirige el señor Tomás Castellanos Acevedo, representante de la península de Yucatán en los Estados unidos, y el cual dice: "Noticias oficiales completamente fidedignas, procedentes de Veracruz, me informan que el gobernador de Yucatán, señor Felipe Carrillo Puerto y sus compañeros presos en la Penitenciaria de Mérida, por las fuerzas federales sublevadas en combinación con los elementos reaccionarios que traicionaron al supremo Gobierno, han sido abominablemente asesinados por el traidor Ricardez Broca, vil instrumento de los elementos reaccionarios que actualmente están en posesión del Gobierno de Yucatán, creyendo que con este crimen inaudito, haciendo desaparecer al apóstol Carrillo Puertp, se librarían de todas las responsabilidades que pesan sobre ellos y que sguramnete se harán efectivas dentro de muy poco tiempo.
     "La muerte de Felipe Carrillo Puerto cubre de luto en toda la República a las clases humildes y trabajadoras, de que fue siempre valiente defensor toda su vida y en toda clase de circunstancias, esperando ver que la justicia castigue indefectiblemente.- General, P. Elías Calles. J
PROTESTA DE UN GRAN LIDER RUSO
"Nueva york, vía Nuevo Laredo, Tamps., 8 de enero de 1924.- El brutal asesinato de Felipe Carrillo Puerto, por los contrarrevolucionarios, es una desesperado tentativa para esclavizar otra vez a las masas mexicanas, ha conmovido al mundo entero.
     "Las masas laborantes de todas partes están de luto por la muerte del estimable líder y querido amigo de los obreros y campesinos mexicanos, herido cobardemente por la mano de los enemigos de la República en los momentos en que su utilidad era mayor y constituían una esperanza más grande.
Los obreros y campesinos mexicanos contestarían a este asesinato aplastando a la contrarrevolución.
     "¡Felipe Carrillo ha muerto, viva Felipe Carrillo!"
D.H. Dubrowsky[7]

Conclusiones
La vida de Felipe Carrillo Puerto se encuentra permeada por diversas interpretaciones de su accionar político, de manera que unos lo verán como autoritario y otros más lo verán como un ejemplo de líder político apegado al ideal revolucionario. Ante esta diversidad de acercamientos a su figura se debe realizar un minucioso análisis, privado de aquellos ideales ya forjados por nuestra memoria, ello nos ayudará a notar que la labor de Carrillo Puerto, polémica como la de otros tantos personajes, tiene muchos más pasajes de ecuanimidad e interés social que cualquier otro.

Sus acciones en el campo de la educación, en general de la cultura, aunados a los vaivenes políticos que le toco vivir son indicio de una fuerte política de conciliación con los grupos antagónicos a los que se enfrentó, dando como resultado un gobierno, que si bien se mostró intolerante ante algunas expresiones, intentó en todo momento hacer de la Revolución, a la luz del socialismo, una realidad en Yucatán.


[1] Citado en: Cetina Sierra, José Adonay. Felipe Carrillo Puerto: Demócrata, Líder, Maestro, Hermano. Mérida, Talleres Gráficos del Sudeste, 1983, p.22.
[2] -Magaña Esquivel, Antonio. La Tierra Enrojecida. Mérida, SEGEY, 2009, p. 50.
[3] Magaña, 2009, pp. 55-61.
[4] Benjamin, Thomas. La Revolución Mexicana: Memoria, Mito e Historia. México, Taurus, 2003, pp. 83-84.
[5] Los lunes rejos, número 1, enero de 1923. Mérida, El porvenir, 1923.
[6] El asesinato sucedió durante la rebelión de Adolfo de la Huerta, los efectos en Yucatán no se dejaron esperar y por conducto de Hermenegildo Rodríguez y Juan Ricardez Broca principió la persecución de los simpatizantes a Felipe Carrillo Puerto culminando en su captura y muerte.
[7] El asesinato de Carrillo Puerto (discursos y artículos en elogio del ilustre mártir, y protesta contra sus infames asesinos). México, 1924. Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona, Centro de Apoyo a la Investigación Histórica de Yucatán.


*El escrito fue presentado como como conferencia en el aniversario del Centro Universitario Felipe Carrillo Puerto de la ciudad de Mérida, Yucatán. Es síntesis de otros escritos.

sábado, 5 de enero de 2013

Biblioteca en pantalla

Joed Amílcar Peña Alcocer en PorEsto!, 3 de enero de 2012.

En los últimos años, el libro ha vivido una revolución no ya en el formato de su publicación o sus contenidos, sino ahora en su soporte. El libro tradicional ha dado paso al libro electrónico, marcando un nuevo hito cultural que ha sido bien recibido por una buena parte de la comunidad lectora y bibliotecaria. Esto ha venido acompañado de una serie de cambios que han abonado la parcela de las discusiones sobre el libro, las políticas editoriales, la circulación de la información.

“La biblioteca será transmitida por televisión”, ha señalado Álvaro Enrigue, afirmación que corrobora las perspectivas que se tiene en algunos sectores sobre el futuro de las bibliotecas, mismo que tendrá a las nuevas tecnologías como su marco de desarrollo.

En un pasado no muy lejano, era sumamente complicado hacernos a la idea de la existencia de libros incorpóreos que, del mismo modo que los libros tradicionales, fueran portadores de conocimiento y conformaran bibliotecas. El futuro nos alcanzó y ahora se llama presente. Posiblemente nos hemos detenido a pensar demasiado en lo venidero y no nos hemos percatado del hoy como escenario, donde se nos presenta un rápido e interesante progreso del mundo de las bibliotecas.

La biblioteca en pantalla es el presente. Desde hace unos años diversas instituciones, y con ellas sus bibliotecas, dieron el salto a la virtualidad. La llegada de los libros electrónicos estuvo acompañada de la discusión sobre las bibliotecas en la era de la información, la existencia de un nuevo soporte para libros (el digital) auguraba la aparición de un nuevo tipo de repositorio para ellos, algunos pensaron en la desaparición de las bibliotecas, otros, los más hábiles y acertados, vieron la posibilidad de su adaptación al medio digital.
El surgimiento de la biblioteca virtual o digital no hace otra cosa que reafirmar al concepto “Biblioteca” como aquel en el que convergen la información, el conocimiento, la educación y la cultura, independientemente de los formatos y soportes. Es, además, una expresión más amplia de la labor de las instituciones documentales, especialmente al acceso a la información y ser espacios de formación educativa y cultural; pero debe evitarse, a toda costa, hacer de la biblioteca en internet un conjunto de números y siglas.

Instituciones como la Biblioteca Nacional de Francia, una de las más ricas en colecciones antiguas, ha sido siempre un ideal de biblioteca y como tal, no desperdició la oportunidad que el internet y el material digital representan. Gallica es la biblioteca digital que nos pone en contacto con las colecciones de folletos, libros, manuscritos, grabados y dibujos resguardados en la Biblioteca Nacional de Francia, dando la oportunidad a propios y extraños de acercarse a documentos que antes parecían lejanos.


Gallica


La biblioteca digital no es únicamente el medio de aproximar los documentos, es también un medio (que no la panacea) de conservación, resguardo y administración del patrimonio. El Portal de Archivos Españoles, mejor conocido como PARES, representa una herramienta indispensable para los investigadores del pasado colonial y virreinal de América, al reunir en un mismo espacio documentación de los archivos de Sevilla, de Indias y de otras tantas comunidades. Queda claro que la función del PARES no es únicamente de medio de consulta, es al mismo tiempo un registro del patrimonio documental en todo el territorio español.

El esfuerzo de las bibliotecas digitales no es ajeno a México. Contamos con algunos de los mejores repositorios documentales en línea, con una riqueza documental que pocas veces imaginamos.

La Biblioteca Digital Mexicana es un esfuerzo interinstitucional que evidencia la riqueza de colecciones como las que poseen la Benemérita Universidad de Puebla, la Universidad Iberoamericana, el Tecnológico de Monterrey y el Archivo General de la Nación, por mencionar a unas cuantas. Códices, manuscritos y libros están a disposición de los usuarios, muchos de ellos con posibilidad de poder ser impresos desde la comodidad de la casa. Es importante señalar que el objetivo de la Biblioteca Digital Mexicana es hacer memoria de todos los mexicanos los documentos en ella contenidos, es decir, el medio digital no elimina los objetivos de la biblioteca tradicional sino que los amplía.

La página digital del Centro de Estudios sobre Historia de México CARSO posee una de las colecciones más impresionantes puestas a consulta por internet. Destacan sus colecciones de correspondencia y oficios de Venustiano Carranza, así como una nutrida colección de archivos pertenecientes a diversas órdenes religiosas.


Centro de Estudios de Historia de México CARSO


Lo digital ya no es una moda, es un paso necesario para poder cumplir de manera cabal la exigencia y necesidad social de informarse. Es por ello que diversas instituciones han visto, en las bibliotecas virtuales o digitales, una clara opción de desarrollo.

En Yucatán, desde hace unos años se cuenta con la Biblioteca Virtual de Yucatán, portal de internet que pone a nuestra disposición más de 400,000 mil imágenes de documentos manuscritos e impresos resguardados en la Biblioteca Yucatanense. En todo el sureste no se cuenta con una biblioteca similar y no dudamos en afirmar que en todo México, no existe una biblioteca virtual o digital que aumente su acervo al ritmo de la de Yucatán.

Es importante señalar que la Biblioteca Virtual de Yucatán no es un hecho fortuito, se trata de uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años y constituye uno de los baluartes educativos y culturales de nuestro estado. Es, en suma, una iniciativa que ha posicionado a Yucatán a nivel nacional como una entidad consciente de su patrimonio y que ante ello, asume la responsabilidad de su resguardo.

Para tales efectos, se cuenta con una planta de digitalizadores capaces y con formación en informática, de igual modo antropólogos e historiadores colaboran en ella y no está de más mencionar que algunos de ellos continúan su preparación en el campo de la bibliotecología.

Una biblioteca virtual, con las características que posee la de Yucatán, es pocas veces encontrada; es meritorio decir que no se ha reparado en su mejora: recientemente, Mariana Domínguez colaboró con un diseño más elegante y amigable, y se ha emprendido un proyecto de mejora catalográfica con apoyo de Bibliotecarios del Sureste. Todo lo anterior incrementa el valor del repositorio digital.

El futuro del libro y la biblioteca es prometedor en todo formato y soporte, ello debe hacer que aumente la reflexión sobre las bibliotecas, su necesidad e importancia. La biblioteca en pantalla es una realidad en Yucatán.

Biblioteca Virtual de Yucatán


viernes, 4 de enero de 2013

Biblioteca para la memoria

Joed Amílcar Peña Alcocer en PorEsto!, 29 de diciembre de 2012.

Olvido, palabra temida por los individuos y que los desprovee de su ser, alejándolos del autoconocimiento y su capacidad de presentarse ante los otros como seres genuinos, originales y poseedores de historia. La pérdida de la conciencia del ser nos autoexcluye de la historia, situación nada feliz ya que es, en el pasado, donde se hunden las raíces de la identidad.

Si de manera individual el olvido es pernicioso, de manera colectiva lo es aún más. Resulta entonces que en conjunto, en sociedad, tenemos la necesidad de recordar, de encontrar patrones comunes con los demás y, al mismo tiempo, ver en ellos elementos distintivos. Olvidar es un temor comunal, recordar es una necesidad social. Cuando recordamos retornamos a aquello que fue y nos hacer ser en el presente, memoria e historia tienen un vínculo estrecho, de una vamos a la otra y entre las dos se hace la identidad.


La memoria, como archivo, fue el primer eslabón en la cadena de salvaguardar memoria e historia, pronto se llegó a notar su limitada capacidad de registro, se buscó una alternativa menos variable, que tendiera menos al olvido. En los archivos y bibliotecas se vio la solución, su origen nos habla de los deseos de no olvidar. La función de la biblioteca es social, su estrecha relación con la memoria de las sociedades e interpretación de su historia la coloca como un punto de convergencia del proceso educativo y cultural. El surgimiento de bibliotecas modelo, el rescate de acervos bibliográficos particulares, la creación de bibliotecas virtuales y una profusa bibliografía han marcado el último año en México, y es signo de la preocupación de nuestra sociedad por la conservación de la memoria. Yucatán ha abonado a este esfuerzo la Biblioteca Yucatanense y la Biblioteca Virtual de Yucatán.

El notorio cúmulo de patrimonio documental yucateco (documentos que, dadas su rareza, escasez y valor cultural, son bien de todo yucateco), nos pone ante dos dilemas: 1) crear instituciones especializadas para el resguardo, gestión y difusión de los documentos; 2) atender con diligencia y responsabilidad la investigación de la historia peninsular. Es indispensable la existencia de bibliotecas especializadas que acojan estos acervos.

La Biblioteca Yucatanense, hasta hace unos meses Centro de Apoyo a la Investigación Histórica de Yucatán, al ser inaugurada el pasado 15 de agosto, ha venido a subsanar muchas de las carencias en materia de conservación documental. Vale la pena recordar las palabras dichas, en el mes de junio de 1939, por Alfredo Barrera Vázquez: “Nuestro afán es hacer de nuestra Biblioteca la mejor del mundo en cuanto a impresos yucatecos y, sinceramente, creemos que lo estamos logrando. Pero es nuestro más vivo deseo que no siga el mismo fin que han tenido, desgraciadamente, otras”.

Las palabras del Dr. Barrera fueron dichas durante una conferencia sobre la Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona del Museo Arqueológico e Histórico de Yucatán, ilustre antecesora de la Biblioteca Yucatanense, demostrando que de antaño las bibliotecas en Yucatán han tenido un papel de importancia. Bajo esa misma tónica, la Biblioteca Yucatanense se perfila como referente indiscutible sobre impresos y manuscritos yucatecos, agregando con el Fondo Audiovisual importantes colecciones fotográficas, así como documentos sonoros gracias a su relación con la Fonoteca Nacional.

La heterogeneidad de materiales y soportes documentales, todos ellos contenidos en cuatro áreas (Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona, Fondo reservado, Hemeroteca José María Pino Suárez y Fondo Audiovisual) representan un desafío en su organización, pero de manera especial en el préstamo de servicios. La diversidad de cada uno de los acervos amplía el espectro de usuarios, pudiendo recibir al mismo tiempo a un investigador o un estudiante de secundaria, ante ello se busca que los servicios prestados puedan ser asequibles y democráticos a todos ellos.

El panorama de la Biblioteca Yucatanense pinta positivo, de unos años al día de hoy podemos constatar que han mejorado notoriamente las condiciones de resguardo de los documentos, no obstante no debemos caer en el error de pensar haber alcanzado ya la cumbre más alta. Las bibliotecas sucumben por dejar de presentarse como útiles a la sociedad que las acoge o por no saber adaptarse a las necesidades de su tiempo, en ambos casos el factor humano es de importancia, los que trabajan al interior de ellas deben saber traducir las exigencias de la sociedad en mejor préstamo de servicios, gestión más puntual de colecciones e implementación de nuevas tecnologías.

Los retos han aumentado y no podemos dar un paso de costado, debemos encontrar en ellos un impulso que haga aumentar nuestro deseo de hacer próxima la Biblioteca Yucatanense a todos, de preservar del olvido la memoria yucatanense.



jueves, 3 de enero de 2013

Carta a mis padres



Joed Amílcar Peña Alcocer en PorEsto!, 23 de diciembre de 2012.


Para Navi y Raúl, de quienes soy uno de sus hijos mayores.
Para Amada y Ricardo, de quienes soy uno de sus hijos menores.

Escribir, de manera más puntual el historiar, tal es el oficio que elegí. Se trata de una de las labores más antiguas que los hombres han desarrollado a lo largo de su existencia. Desde los primeros registros en arcilla, pasando por la pluma y la tinta, el género humano ha sentido una increíble fascinación por escribir, por registrar el presente e interpretarlo.

Los que escriben son llamados de manera genérica escritores, independientemente si la pluma es docta académica o generadora de literatura. Cuando escribimos entramos en un diálogo profundo, en una exploración de nuestras capacidades intelectuales, de la razón e imaginación; confluyen en un mismo momento, el de la creación, muchas de las capacidades humanas poco frecuentadas y que por lo avasallador del capitalismo no pocas veces devienen en individualismo.

Werner Jaeger, destacado filólogo alemán, dirigió una carta a Alfonso Reyes llamándolo "amigo en tierras lejanas" y en otras tantas se refiere a él como "ideal de una vida humanista", los encuentros entre ambos se cuentan con los dedos de una mano. La prolífica obra de Alfonso Reyes descubrió al académico alemán cómo la escritura hace que el hombre se descubra a sí mismo, es por lo tanto el escribir un ejercicio de autodescubrimiento, de exploración, de presentarnos a los otros.

Explorar, descubrir y revelar al hombre tiene por antonomasia responsabilidad, compromiso. El escritor debe asumir un compromiso, pero ¿qué compromiso es ese? Octavio Paz escribió que "la primera virtud de la poesía, tanto para el poeta como para el lector, consiste en la revelación del propio ser. La conciencia de las palabras lleva a la conciencia de uno mismo: a conocerse, a reconocerse. Y ese mismo lenguaje, que es la conciencia del poeta, lo impulsa finalmente a convertirse en conciencia de su pueblo", creo que las anteriores palabras son válidas para todo género de escritura.

Una conciencia de libertad debe permear todo trabajo académico e intelectual, debe, bajo ese compromiso, traducir la realidad a una expresión comprensible de la cual se pueda apropiar la sociedad. La crítica es fundamental, la ausencia de ella es ausencia de la libertad, nos lleva a orillas lejanas de toda influencia, nos hace independientes de pensamiento y evita el hombre se pliegue a la imposición, haciéndonos encontrar así nuestra conciencia. Desgraciadamente existen hombres de letras que rehúyen a su compromiso social, que piensan que la literatura es sin más literatura, esto es únicamente deleite ante expresiones más o menos agradables.

¿Acaso no es todo hombre producto de su tiempo? Por ello resultan risibles las posturas que desvisten a la literatura de un valor más que literario, hacen de la escritura un elemento exógeno al tránsito histórico del hombre. Semanas atrás un escritor al referirse a un reconocimiento que se le otorgó lo llamó "premio de literatura y no de política" evitando hacer declaraciones inherentes a la libertad de un compatriota suyo, con ello desproveyó al escribir de la libertad de conciencia, de afirmar, de denunciar y volver a sus escritos portadores de la conciencia de su pueblo.

El hombre que escribe debe asumirse como capaz de mover al interior de donde se encuentre la conciencia de los hombres. Si los que escribimos consideramos que nuestra tarea es entregar textos con orden, forma y contenido como máxima regla erramos grandemente, la tarea es hacer de los escritos una representación de nuestra realidad, de la realidad de nuestra sociedad y con ello llevar en los escritos las necesidades, anhelos, esperanzas y exigencias de la sociedad, ¿acaso no eso han hecho los escritores revolucionarios de todo el mundo?

De ustedes provengo. Maestros, socialistas e incluso comunistas, glorias deportivas de nuestra región, hombres y mujeres de compromiso con nuestro pueblo. Amada y Ricardo, en ustedes y sus padres se congregaron afanes revolucionarios de principios  del siglo XX; Navi y Raul, ¿acaso en los últimos años no fueron sus voces portadoras  de crítica e iniciativa? todos ustedes son portadores de un humanismo que intento traducir a la labor de historiar, de escribir.

Mérida/Yaxcabá, 20 de diciembre, día del escritor, de 2012.




miércoles, 2 de enero de 2013

Documentos mayas en la Biblioteca Yucatanense

Joed Amílcar Peña Alcocer en PorEsto!, 19 de diciembre de 2012.

El rescate de las lenguas originarias mexicanas, entre ellas el maya yucateco, ha consumido el esfuerzo de un gran número de académicos e intelectuales, así como numerosas propuestas de ciudadanos comprometidos con la pervivencia de nuestras raíces culturales.

El estudio de la lengua maya durante el proceso de colonización y el Virreinato dejó una importante cantidad de escritos sobre gramática. Ya en el México independiente las lenguas originarias fueron objeto de estudio, crítica e incluso rechazo.

Resulta de vital importancia emprender el rescate de estas lenguas; en el caso del maya se ha estimado que al actual ritmo de su abandono en poco más de tres generaciones caerá en un desuso casi total. Ante este panorama el estudio y rescate de esta importante lengua es apremiante y sobre todo la divulgación de las nuevas investigaciones y literatura, así como de aquellas fuentes históricas que nos dan un claro panorama del desarrollo de su desarrollo.

Es importante señalar que algunas fuentes primordiales sobre el tema se resguardan en instituciones extranjeras, tal es el caso de El vocabulario muy copioso de la lengua española e maya de Yucatán, escrito por fray Alonso de Solana que está en propiedad de la Biblioteca de la Hispanic Society of America junto con documentos similares de otras lenguas y regiones mexicanas. La Biblioteca Newberry de Chicago, en la colección Ayer, resguarda Relación de las entradas que hice a la conversión de los gentiles itzáes y cehaches de fray Andrés de Avendaño y Loyola, fechado en la ciudad de Mérida el día 6 de abril de 1696.
Los ejemplos anteriores deben hacer un llamado a nuestra conciencia sobre la riqueza patrimonial yucateca, en general mexicana, que por diversos motivos ha llegado al extranjero, coadyuvando a fijar nuestra mirada en aquello que aún poseemos y necesita de nuestra atención para su conservación.

Siguiendo firme a sus objetivos, socializar y difundir el patrimonio documental yucateco, la Biblioteca Yucatanense ha emprendido la labor de poner a disposición de todos los ciudadanos de México y el mundo una amplia gama de documentos en idioma maya, así como numerosos tratados y estudios que en los siglos XIX y XX sobre esta rica cultura se escribieron.

Este esfuerzo pone de manifiesto el tránsito histórico de los estudios lingüísticos, filológicos e históricos realizados en Yucatán, así como la presencia de le lengua maya en todo momento de nuestra historia. Representa una amplia contribución para los interesados en los estudios sobre la cultura maya yucateca, sirve también como una pequeña muestra de la riqueza de los fondos de las instituciones documentales yucatecas, como es el caso de la Biblioteca Yucatanense.

Los documentos mayas ahora están a disposición de todos. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la Biblioteca Yucatanense posee una de las más importantes colecciones de documentos mayas y que al día de hoy incluso están disponibles en la red a través de la Biblioteca Virtual de Yucatán. Entre algunos de sus tesoros podemos mencionar manuscritos como los “Documentos de la estancia Concepción de Chí” fechados entre 1626-1877, “Los testamentos de Ixil” fechados entre 1765-1798, numerosas cartas escritas en maya relativas a la Guerra de Castas de puño y letra de algunos de los más famosos sublevados; se han puesto en línea importantes diccionarios como el Diccionario en lengua maya de Juan Pío Pérez o el Diccionario maya Cordemex y documentos como “Relación de arbitrariedades cometidas en Chichén Itzá por Edward H. Thompson” escrito y publicado en la prensa por Teoberto Maler, se sabe que de este documento mecanuscrito existen otras copias pero el que posee la Biblioteca Yucatanense no se menciona en la bibliografía sobre el tema.

Notificación de un censo en el poblado de Muxubku



Diccionario de la lengua maya de Juan Pio Pérez

Como se podrá notar, la riqueza de los documentos puestos en línea es elocuente del gran salto en la preservación y difusión del material maya, o de tema maya, resguardado en la Biblioteca Yucatanense. Acompañan a los documentos antes mencionados textos de Sol Ceh Moo, Jesús Amaro Gamboa, Briceida Cuevas y Feliciano Sánchez, por mencionar sólo a algunos de los más destacados literatos, quienes por medio de su obra han sabido dar una vitalidad sin precedentes a la literatura en lengua maya.

Todos los deseosos de leer la nueva narrativa maya encontrarán en la Biblioteca Yucatanense y en la Biblioteca Virtual de Yucatán generosas fuentes de donde abrevar de los textos ya clásicos, así como de aquellos que en los últimos años han hecho de la lengua maya una de las más importantes en todo el mundo. Se ha puesto así el primer eslabón de una cadena que crecerá conforme estas obras sean consultadas por los yucatecos, pues primordialmente este esfuerzo busca ahondar más en el conocimiento de nuestra cultura.

Los testamentos de Ixil


Cartas de la Guerra de Castas