La historia de
los ranchos, villas y pueblos de México tiene fronteras difusas con la memoria
y el mito. Los procesos de fundación de nuestras comunidades son punto de
encuentro entre la historia certera y la invención de tradiciones, se trata de
un camino que lleva, muchas veces de forma inesperada, a la conformación o
apropiación de identidades comunitarias.
No son
únicamente las historias de fundación aquellas que unen historia e invención de
la memoria, los personajes notables de las comunidades tienen parte en este
proceso. Algunas veces los hechos históricos de los personajes son superados
por los que la tradición y la memoria han creado, así se olvidan la mayoría de
sus actividades, que son rápidamente suplidas por el mito y la leyenda. Tal es
el caso de Claudio Padilla, polémico político y próspero comerciante de
Yaxcabá, mejor conocido como el brujo águila, el Huay Koy. Aquí una historia
que la abuelita contó un día al inquieto nieto:
Nunca salgas a
altas horas de la noche, mucho menos se te ocurra ir por el rumbo del cenote,
cosas terribles de pueden pasar, más a ti que eres aún un niño muy pequeño.
Supe que ayer en la mañana fuiste por esos rumbos, lo bueno es que estás bien,
no te pasó nada, pero escucha ésta historia que es para que sepas quien habita
el lugar al que te acercaste.
Hace muchos años
en la casona que está frente al cenote, aquella que ahora está pintada de
amarillo y con un gran zaguán, era lugar de reposo para los viajeros que se
aventuraban al oriente de Yucatán, tenía gran cantidad de servicios, agua
corriente, pan caliente para las comidas y una gran variedad de especias. Era
la tienda mejor surtida de la región, ni los de Sotuta tenían tal cosa. La
casona era propiedad de Claudio Padilla, quien se daba el lujo de criar venados
y palomas en los patios traseros del lugar, ¿te imaginas qué bonito fueron sus
jardines en aquel tiempo? Solo de imaginarlo uno sonríe.
Don Claudio fue
el primer alcalde de Yaxcabá, esto que te cuento fue en las primeras décadas de
1800, él fue uno de los que mandó construir el Palacio Municipal, en aquella
época lo llamaban Audiencia, aún queda la placa conmemorativa de ese hecho,
cuando tu papá te lleve a la presidencia a ver a tu tío Armando pídele te la
muestre.
Pero, ¿qué
crees?, parece ser que Claudio Padilla no resultó ser un buen alcalde, incluso
se interpuso una denuncia en su contra por abuso de autoridad, pero el señor no
dejó de participar en la política, unos años después de haber dejado la
alcaldía de Yaxcabá solicitó cargos políticos en Sotuta, no sé si logró tener
algún puesto en la administración de ese pueblo.
La gente le
temía a Claudio Padilla, no únicamente por su poder político. Muchos dicen que
tenía poderes que solo se consiguen de mala manera, que poseía la habilidad de
cambiar de forma y controlar a los animales que mantenía en los patios traseros
de su casa.
Las sospechas
aumentaron cuando una señora fue un día a comprar pimienta verde, los anaqueles
de la tienta estaban vacíos, pero don Claudio le prometió a su cliente que al
día siguiente podría pasar por la pimienta, se encargaría de conseguirla. Dicho
y hecho. Un día después, al clarear la mañana, los anaqueles de la tienda
estaban rebosantes de decenas de nuevos productos, incluida la pimienta verde.
Una persona del
pueblo dijo que durante la madrugada, al salir rumbo a la milpa, vio cómo
descendía sobre la casa de Claudio Padilla una enorme y amenazante ave, seguida
de miles de palomas que en conjunto traían cajas y cajas. ¡Deja de temblar
chamaco!, que no he terminado la historia, ¿quién crees que era el brujo?
Claudio Padilla.
Desde ese día le
apodaron Huay Koy, que quiere decir brujo águila. La casa a la que entraste ayer
es donde vivía, algunos dicen que su espíritu aún está ahí. Fue tanto el temor
que le llegaron a tener que muchos buscaban matar a los hijos y nietos de
Claudio Padilla, tu abuelo Ben vio morir a uno de los últimos descendientes del
temido Huay Koy de Yaxcabá.
¿Cómo dices?, ¿si
aún hay familia de Claudio Padilla en el pueblo? Aún la hay, no todos lo saben
porque los matrimonios cambian los apellidos de las familias. Ve a la iglesia
del pueblo, en la pared derecha verás la lápida de uno de los últimos hijos de
Claudio Padilla, mira la dedicatoria que la lápida fúnebre tiene, después de leerla
quiero que te cuides mucho más, no vaya a ser que resultes ser un chan brujo.
Te lo repito, no salgas solo durante la noche, otro día te contaré más
historias del famoso brujo de nuestro pueblo.
Joed Amílcar Peña Alcocer en Por Esto!, 26 de abril de 2013.
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