Joed Amílcar Peña Alcocer, "Nuestro Mensajero Escolar" en PorEsto!, 25 de Abril de 2012.
A El Mensajero Escolar en su segundo aniversario
I
Muy de mañana una maestra toma consigo unos ejemplares de un periódico, de gran tamaño, color crema, de un diseño sobrio pero atractivo y con letras de tinte rojizo. Se dirige prontamente a su centro de trabajo, al llegar a él ordena sus utensilios de la mejor manera y, con voz amable, anuncia a sus compañeros que ha llegado el nuevo número de El Mensajero Escolar. Con ánimos lectores los profesores se hacen de su ejemplar correspondiente, siendo así que las publicaciones emprenden el viaje a sus nuevos hogares en Tekax, Acanceh, Muxupip, Ekmul y otras tantas poblaciones yucatecas.
En una fresca tarde un grupo de jóvenes ven caer poco a poco la noche, cada uno de ellos con un simpático periódico en manos, risas van y vienen mientras deciden quien iniciará la lectura en voz alta. Ya con la noche sobre ellos, Damayanti, Isabel, Obed, Wilder, Darnefi y Walter daban lectura a poesía, biografía e historia educativa de Yucatán.
Cuernavaca con su templado clima acoge a una familia peninsular, una joven madre da a leer a su pequeña hija un libro que invita a despertar, mientras tanto ella recuerda su cálida tierra repasando los textos del periódico que es mensajero de escuelas, profesores y alumnos. Las páginas de aquellas publicaciones la hacen añorar su tierra natal, le hacen sentir orgullo por su pasado.
Atravesando ríos, montañas y valles, cada uno de ellos división entre territorios, llegamos a las lejanas tierras de la ciudad Chilena de Vallenar. En casa de unos de sus habitantes se encuentra resguardado un periódico avocado a rescatar el patrimonio educativo de Yucatán, ahí alimenta los recuerdos de las vivencias y amigos hechos en la tierra del faisán y el venado.
En resumidas cuentas, sea en la escuela, en las reuniones de amigos o en tierras lejanas existe algo en común, la experiencia en torno a una publicación, dedicada expresamente a mediar entre el pasado y el presente educativo del estado.
II
Hace dos años que, El Mensajero Escolar, ha animado experiencias similares a las anteriores en muchos puntos de nuestra geografía estatal y en ocasiones lejos de ella. El máximo éxito de esta publicación ha de ser su presencia en las escuelas, en casa de profesores y alumnos, en ser parte del convivio escolar y familiar, es decir, en fomentar el recuerdo y valoración de nuestro patrimonio educativo.
Por lo tanto, los dos años de El Mensajero Escolar, son una prueba de la constancia y dedicación de los realizadores de tan importante empresa que tiene como principal fin difundir y hacer del patrimonio educativo una parte importante de la vida diaria de la población yucateca. La labor de difusión es una de las tareas más complicadas y arduas, el camino es difícil, asimismo mantenerse en él tiene la misma o mayor dificultad, la determinación juega un papel por demás importante en librar aquellos baches que se presentan en el camino, pero la ayuda más grande la dan los lectores. Los alcances de este trabajo han pasado las fronteras del estado, e incluso de nuestro país, ello es impulso y desafío al mismo tiempo.
Invitamos a los maestros a usar, leer y apropiarse junto con sus alumnos, de La Casa de la Historia de la Educación en Yucatán y de El Mensajero Escolar, manteniendo viva la tradición de un magisterio pujante y un alumnado entusiasta. Deseamos este sea el segundo de muchos años de esta benéfica publicación. Hagan suyo a El Mensajero Escolar.