sábado, 28 de agosto de 2010

Una breve reflexión sobre la educación



Uno de los postulados más comunes y escuchados en las últimas décadas es relativo al progreso como resultado del proceso educativo, de tal manera que este tipo de declaraciones hacen una unión directa entre la educación al pueblo y el avance de la sociedad, esto es de una gran trascendencia, no precisamente por el contenido mismo de la frase, sino por los antecedentes que se tienen de ella; el enunciado anterior tuvo mayor intensidad durante el siglo XIX, periodo en el que el liberalismo mexicano considero a la educación como el único medio de civilizar al indio para poder crear un sistema social encaminado al progreso.
Resulta revelador que esta afirmación que está en boga en el ambiente político-educativo tenga una existencia de más de 100 años, por lo tanto surge la conclusión de que no se han podido cumplir los ideales educativos en México desde tiempos decimonónicos o simplemente que la frase en cuestión constituye parte de un discurso repetitivo falto de ideas y proyectos que realmente ayuden a subsanar las deficiencias educativas del país, es alarmante el aumento en la deserción estudiantil en las zonas rurales, las constantes faltas de atención de los docentes en escuelas del interior del estado y mucho mas la politización de la labor docente.
Nos encontramos muy lejanos a la práctica educativa de las décadas del periodo comprendido entre 1930-1960, que en opinión de muchas personas que lograron participar como profesores o alumnos en ese periodo representa la época más representativa del magisterio, es en esta etapa en la que se forja la figura del maestro responsable y comprometido con la sociedad, figura que en los últimos años ha venido a menos. Ciertamente se ha transitado por un gran cambio desde el siglo XIX, pasando por el siglo XX para llegar a la primera década del siglo XXI, pero la permanencia de ideas similares con respecto a la educación dejan muy en claro que los procesos de enseñanza aprendizaje constituyen y constituirán una parte preponderante de las políticas de todo gobierno, pero existen problemas que hay que subsanar, entre los que se encuentra el descredito de la labor docente en educación básica y media superior. Ahora solo podemos preguntarnos, ¿Qué ha pasado que la figura del profesor ha venido a menos?, ¿Qué hace que el sistema educativo mexicano sea constante blanco de críticas?

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